martes, 3 de enero de 2017

ODEBRECH: un caso mas para la colección.


Al iniciar un nuevo año recibimos cientos de mensajes con deseos y felicitaciones de nuestros amigos y familiares. Es una hermosa tradición con frases como: Amor, paz y prosperidad. En momentos en que seamos honestos, hay pocas razones para soñar con un mundo mejor, si continuamos haciendo lo mismo siempre. 

En el caso que nos ocupa, #odebrech es importante mantener bajas las expectativas. A juzgar por el comportamiento histórico de los escándalos de corrupción en República Dominicana, todo parece indicar que será uno más en nuestra larga colección. 

Sólo servirá para aumentar las tarifas del periodismo de opinión y poner a raya a los aspirantes a la presidencia para el 2020, que se puedan vincular a este "escándalo". También para entretener a la oposición y marcarle la agenda temática.

La información concreta que se conoce sobre el caso, es generada por ejecutivos corruptos que han sido sometidos a la justicia de SU país. Estos han declarado haber pagado una determinada suma de dinero por concepto de sobornos durante un período de tiempo comprendido entre 2001-2014 a funcionarios y empresarios dominicanos.        

Una información convenientemente dosificada, que no establece con precisión los nombres de esos ciudadanos, las empresas beneficiadas y tampoco sus cargos o conexiones políticas.

El pronóstico de este caso #odebrech es que: será uno más para la colección. 
Considero que está siendo sobre valorado por la oposición en república dominicana, por cuatro razones:

Primero por su naturaleza: 
Es un caso de grandes obras públicas y mega proyectos. Es por todos conocida la gran fuente de riqueza lícita e ilícita que generan a los funcionarios públicos y empresas del sector construcción en nuestro país este tipo de obras. El recibir pagos de comisiones, sobornos o hacer sobre valuación, es tan natural en nuestra cultura de obras públicas como la salida del sol cada mañana.

Segundo por la jurisprudencia:     

Los precedentes que tenemos de otros casos parecidos de corrupción como el caso #supertucanos, #oisoe #félixbautista, #díazrúa, #cogentrix y otros muchos más. Para que aburrirlos con los detalles si hasta transmisiones en vivo y cobertura de los medios hemos podido disfrutar en primera fila. Lo único que se ha logrado es inmunizar legalmente y santificar las fortunas generadas vacunando a los ladrones de posibles ataques a futuro a su "buen nombre". 

Tercero por la sociedad cómplice:
La reacción de la sociedad dominicana frente a estas denuncias y estos casos cuando son llevados a los medios de comunicación es crear una especie de indignación cancerígena que evoluciona en impotencia y luego se convierte resignación. En la prensa se crea un mercadeo del silencio o de la defensa, con descuento por pronto pago. Surge el mercado de lealtades políticas, favores e intereses económicos comunes por cobrar. Finalmente todos los actores envueltos se tranzan y se ponen de acuerdo, siempre dando las espaldas al pueblo pobre que paga la cuenta sin protestar. 

Cuarto por un liderazgo político irresponsable:  
Un liderazgo político representado por los tres partidos principales y que siempre participa de esos repartos de una manera o de otra. Los tres principales partidos del sistema quedan comprometidos o relacionados a estas grandes reparticiones. Este tipo de corrupción financia campañas políticas multimillonarias, gana elecciones, como si fuera un mal necesario de aceptación generalizada. Todo el sistema que se beneficia del absurdo gasto durante las campañas electorales, está disperso en la misma composición social que podría presionar la persecución o resistirse a la impunidad.

Finalmente y esta es la parte más básica para sustentar el pronóstico: Este tema ya se habló mucho durante la campaña electoral pasada. Resultados: un 62% de la población no le interesó y así lo demostró en los resultados electorales. 
Perspectivas del caso #odebrech: será el caso del momento por unos meses. Servirá para entretener a la inexistente oposición y al pobre pueblo con la tradicional receta de pan y circo que heredamos de los emperadores romanos. Ese mismo imperio romano que un día después de mucha gloria fue reducido a cenizas. 

Ese gran imperio romano: La corrupción que lo hizo grande y luego lo hizo colapsar, como el vómito que ahoga a los borrachos.

Mencía Ortíz 
  



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