martes, 24 de enero de 2017

Evaluación de la Marcha #22E


Este espacio de opinión, análisis y expresión se caracteriza por ofrecer una visión integral y objetiva de los procesos. La influencia ideológica que promovemos así lo permite al aplicar el primer pilar de #Liderazgoresponsable que es la información.

Puntualizando algunas consideraciones para aquellos que desean evaluar de una forma objetiva lo ocurrido ayer día 22 de Enero en la república dominicana y la respuesta a la convocatoria de una marcha contra la corrupción y la impunidad. 

Las movimientos y organizaciones que invitaron a la marcha como #SomosPueblo, los posiciona como una representación genuina de la sociedad civil organizada que surge después de 1990. Es una expresión pura de lo que llamamos en los Fundamentos de Liderazgo Responsable la sociedad web que surge en periodo de Post Guerra Fría.

Al tomar la iniciativa y convocar esta actividad se sigue la misma estrategia del 4%, las cadenas humanas de OISOE y otras actividades que buscan presionar a la autoridades a cumplir y hacer cumplir las leyes, sin planes subversivos, si no por la vía constitucional democrática. 

Generar un nivel de conciencia ciudadana de carácter cívico y patriótico que mueva a la sociedad a expresarse, a empoderarse, a vigilar a sus líderes políticos y económicos, en el cumplimiento de las leyes.

Los perfiles sociales que asistieron allí fueron muy diversos y representativos de la composición social dominicana. Predominó la presencia de la clase media y media alta, perfiles no partidistas y personas sin intereses políticos que los identificaran.   

Es justo destacar la presencia de algunos líderes de la oposición y políticos oportunistas en la marcha. Su sola figura representa a sus partidos pues están posicionados. Algo importante es que esas personas fueron rechazadas o ignoradas por la mayoría de los participantes convirtiendo su presencia en inoportuna y contraproducente. 

Primaron las manifestaciones espontáneas de los participantes relacionadas al motivo de la marcha y los elementos gráficos utilizados en su gran mayoría atacaban el problema, no a personas especificas o partidos. Otros contenidos incluían a la necesidad de castigar a todos los partidos involucrados en los casos, cuestionando el sistema político en general.    
Como testigos de excepción pudimos experimentar el ambiente que se mantuvo desde el inicio hasta el final de la actividad. Se respiraba y sentía la hermandad, camaradería, civismo, respeto, patriotismo, organización, solidaridad, sobre todo neutralidad.  
    
Fue evidente la unidad entre personas de distintos sectores políticos, sociales y económicos en torno a un mismo propósito en común, que mas allá de poner fin a la impunidad o la corrupción, era la necesidad de crear una nueva fuerza social que se ponga de acuerdo para lograr una transformación de nuestra sociedad. 

Cuantas personas asistieron, financiamiento de la actividad, participación de la oposición, motivación de sectores organizados que participaron. Esta mañana el país estaba dividido entre análisis superficiales de los que no asistieron y la sensación de total satisfacción de aquellos que vivieron esa experiencia. 

La gran cantidad de personas que acudieron de forma espontánea, auto financiando su participación personalmente, desde material de promoción hasta transporte, bebida y comida algo que pocos de nuestros líderes políticos ha logrado hacer. Que decir de los cientos de personas mayores o con impedimento físico, niños, jóvenes, mujeres que marcharon con entusiasmo y determinación.

Las personas  desafiando las altas temperaturas, el candente sol, la sed, incluso arriesgándose y exponiéndose a cualquier acción violenta, robo, maltrato o incluso algún acto de represión policial. Una total ausencia de manipulación de las masas en aspectos de capitalización política, sin afán de protagonismo departe de los organizadores. 

Tampoco hubo exaltación de figuras o proyección de algún liderazgo en particular, dando todo el crédito exclusivamente a aquellos que se lo merecían, el pueblo dominicano. 

No hay palabras para describir la energía que allí se generó y sobre todo el consenso generalizado de todos los presentes de asumir el compromiso de poner fin a la impunidad y dar seguimiento a procesos organizados de expresión ciudadana que presione el logro de nuestro desarrollo institucional.

Lo más valioso que dejo esta actividad, fue el manifiesto ciudadano de un grupo de dominicanos indignados de este sistema de impunidad y corrupción generalizada que predomina en nuestra nación como un cáncer a todos los niveles.

Que bueno que la sociedad cambió, que bueno que el muro cayó, que hay una nueva sociedad y otro nivel de conciencia para abrazar esos valores perdidos de la integridad, de la lucha por la patria. Queda la inmensa satisfacción de haber visto un montón de dominicanos que por encima de cualquier beneficio personal están detrás del interés colectivo.

Si hay que señalar el manto de persecución y de cuestionamiento que han padecido muchos que participaron. Ataques, presiones, incluso chantajes de personas que por sus intereses particulares pretenden persuadir o en el peor de los casos someter nuestro apoyo a esta actividad por razones de una supuesta fidelidad partidaria.

A quienes hoy han cuestionado nuestra participación en la marcha perteneciendo a un proyecto del partido de gobierno, encuentro razones para respetar su posición, para tolerarla incluso, pero no encuentro razones para asumirla. 

La ideología política de Liderazgo Responsable es la única que puede explicar con un criterio científico el fenómeno de la sociedad web que ayer se expresó en esa marcha. Es una flor de fango porque surgió en el contexto de un partido político que ha dejado atrás su esencia, estatutos y la ideología que le dio origen.  

La plataforma política que sustenta ese movimiento es el PLD, un partido que ha estado en el poder los últimos 12 años y que lamentablemente está siendo cuestionado, no por rumores, no por sospechas, si no por hechos confesados por la parte condenada. Envuelta la República Dominicana en un escándalo internacional de dimensiones absurdas. 

La obligación con el partido en cuanto a sus miembros debe ser primero obedeciendo sus estatutos y reglamentos. Con el pueblo que lo eligió, con el interés nacional y después con los compañeros funcionarios, amigos o aliados políticos.

Igualmente Liderazgo Responsable simboliza la mayor aspiración de la sociedad actual, esa misma que reclama el fin de la impunidad, esa que se cansó de la corrupción, esa que reclama en las calles transparencia de forma pacífica porque estamos viviendo un ciclo de paz mundial.

Debemos felicitar la vocación democrática de nuestro presidente, el respeto y la garantía de un clima de libertad para transitar y prevalecieron los derechos de los ciudadanos sin que se produjera ningún tipo de represión como dice nuestra carta magna.

La mayor felicitación al pueblo dominicano que participó en esa actividad motivado exclusivamente por el deseo de construir una mejor nacion, para defender los intereses de la patria y por amor a su país. 

Los procesos de avance de la civilizacion nadie puede detenerlos, el atraso institucional que afecta nuestro país algún día tiene que terminar aunque requiera de la presión social para fortalecer la voluntad política. 
  
Mencía Ortíz








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