Una de las grandes conquistas que mi pueblo a logrado en los últimos 50 años es alcanzar un nivel aceptable de "democracia", mas que nada por lograr avances institucionales en el plano electoral que contrastan con los de la época de la dictadura de Trujillo.El estado de derecho y libertad de expresión son logros de gran valor. Sin embargo se ven empañados por la desigualdad social que en pleno siglo 21, esta disponible solo para un grupo privilegiado de la población dominicana.El estado no garantiza a sus ciudadanos el que puedan hacer valer sus derechos, el gran reto es lograr la atención de las estructuras creadas para tales fines.Una constitución que dice TODOS SOMOS IGUALES ante la ley, pero tiene una maravillosa colección de leyes que garantizan al que delinque y de obstáculos para el pobre que empiezan por la imposibilidad de reclamar a la justicia sus derechos con una representación idónea, sin apoyo económico, para lograr justicia en caso de violación de sus derechos sobre todo si es contra el poder económico.Los ejemplos sobran de casos donde los mismos derechos que reclama una persona de clase social baja como el derecho a la propiedad privada se hacen valer para unas personas como los propietarios de un terreno o propiedad invadida, la fuerza pública actúa con gran eficiencia y garantías.Cuando un celular es arrebatado a un ciudadano común, de a pie, a quien reclama?Cuando somos tratados con desigualdad en razón de raza, nivel social, educativo, quien defiende nuestro derecho, quien cubre los altos costos de una batalla legal.Siempre nos conformamos con tener leyes y no hacemos nada para reclamar su cumplimiento.Un buen ejemplo es la ley 200-04 que solo hemos tenido dos casos en años que han sido fallados a favor de la ciudadanía.Propongo la formación de un movimiento en torno a esa sola ley a los fines de iniciar una corriente de opinión publica que concite el apoyo ciudadano no partidario o sectario pro transparencia de instituciones publicas y privadas.Muchas personas han iniciado estos movimientos, instituciones como participación ciudadana y Finjus han hecho grandes aportes en ese sentido pero se han quedado rezagados, anestesiados por el sistema, las luchas sindicales se han desacreditado por falta de gente que represente con determinación el pueblo dominicano y sus intereses.Hoy decidí organizar un conjunto de acciones para iniciar procesos de demanda de información de interés nacional que exponga los vicios que subyacen a lo interno del quehacer público.Me gustaría iniciar un movimiento en ese tenor, como primer ladrillo para activar una población totalmente indiferente y acostumbrada al imperio del desorden y la corrupción.
Mencía Ortíz
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