El sector eléctrico dominicano continúa siendo un eje central y
estratégico si no determinante para el desarrollo de nuestro país.
Las dificultades se resumen en la actual deficiencia para satisfacer la
demanda de energía de la población.
Uno de los efectos colaterales del crecimiento sostenido de la
economía dominicana es que se produce un aumento en la demanda
de energía proporcional a su crecimiento.
Al aumentar las inversiones inmobiliarias, comerciales, empresariales el
ritmo al que crece nuestra economía es mayor a la capacidad
instalada de producción de energía.
El 80% de la energía producida por el sistema proviene de las
generadoras y su aporte es en este momento suficiente, su problema
está en que no tienen posibilidad de comprar a las generadoras el
volumen necesario por sus deficiencias recaudatorias.
Este escenario genera una carga al estado que lo convierte en un actor
de sostenibilidad del sistema a través de subsidios a la tarifa y subsidio
directo a los hogares, entre otros. La raíz de esta problemática esta hace tiempo diagnosticada, así como
la necesidad de aumentar su capacidad productiva de energía al
ritmo de la creciente demanda.
Es necesario priorizar la inversión para iniciar un proceso de
transformación en un modelo alternativo de generación como la
energía solar, eólica y paneles solares como política de estado.
Entendemos que se puede lograr si se pone la voluntad y determinación
que se le ha puesto a proyectos de generación como Punta Catalina.
Podemos como estado hacer con la producción de energía alternativa
políticas públicas con incentivos fiscales para los ciudadanos ser
generadores en vez de solo consumidores.
Nos enfrentamos a un aumento en los precios del petróleo y se hace
urgente ver la producción de energía verde como una prioridad
nacional ya no solo desde el punto de vista medio ambiental es bueno
si no que sería estratégico para la sostenibilidad de la macroeconomía.
Es una problemática profunda, estudiada y con una larga historia de
desafíos propuestas e intentos de avance que en este momento
requieren de una gran colaboración de toda la sociedad para vencer
los retos que plantea.
Editora Mencía Ortiz.